Esta es una adaptación de una oración a la Virgen del Carmen que data de 1893, y que es muy apropiada para estos momentos, pues está la promesa celestial que el que la porte consigo, aunque no sepa leer, será libre de todo mal y peligro, tendrá una buena muerte y será liberado pronto del Purgatorio. Se difundió desde Marsella, Francia, hasta el mundo. Dice así: Señor Jesucristo, Hijo de la Virgen de Coromoto, Virgen Purísima que diste a luz al Salvador del mundo, ruega por mí a Dios, Nuestro Señor, hermosa azucena más bella que el sol y todas las maravillas juntas; corona de ángeles, de los mártires y serafines, ayúdame, cuídame, fortaléceme, fuente de bondad, de gracia, de misericordia, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, ruega por mí para que sea salvado en esta vida y en la otra. Amén.
Se completa esta oración rezando 3 Credos a la Santísima Trinidad, diciendo así: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, por Jesús, María y José, líbranos de todo mal. Amén.
Cerramos esta oración con esta fuerte Invocación a la Santa Cruz:
Dios Todopoderoso que has sufrido la muerte sobre el árbol de la Cruz por nuestros pecados, acompáñame.
Santa Cruz de Jesucristo, sé mi esperanza.
Santa Cruz de Jesucristo, ten piedad de mí.
Santa Cruz de Jesucristo, rechaza de mí toda arma cortante y de fuego.
Santa Cruz de Jesucristo, derrama sobre mí todo bien.
Santa Cruz de Jesucristo, descarta de mí todo mal.
Santa Cruz de Jesucristo, ilumíname el camino de la salud.
Santa Cruz de Jesucristo, rechaza de mí todo atentado de muerte
Santa Cruz de Jesucristo, presérvame de todo tipo de accidentes, corporales y temporales.
Santa Cruz de Jesucristo, que te adore yo por siempre.
Jesús de Nazareth crucificado, ten piedad de mí. Haz que el maligno espíritu y nocivo huya de mí, por los siglos de los siglos. Amén
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