Ya tenemos un lugar de encuentro, un rinconcito de Venezuela en Madrid. |
Es así que en Madrid, capital de España, en la calle de Bravo Murillo, 150 se encuentra la iglesia parroquial de San Antonio de Padua de los Cuatro Caminos, y dentro de ella, una imagen de Ntra. Sra. de Coromoto, la Patrona de Venezuela, al verla en internet me he llevado una inmensa sorpresa, algo que en realidad no me esperaba, pues ¿cómo llegó esta imagen ahí? Sin duda muchos son los lazos que unen a Venezuela y España, pero, ¿quién la ha traído? Claramente no he encontrado datos sobre el origen, sólo que inicialmente había otra imagen más pequeña, la cual fue posteriormente sustituida en mayo de 1954, que es la que está actualmente. La pintura es obra de Francisco Boira Castells y es del año 1955 y evoca el cielo con los ángeles rodeando la imagen de la Virgen, sobre Ella el Escudo de Venezuela y la inscripción Ntra. Sra. de Coromoto, Patrona de Venezuel.
La Parroquia se inició con la idea de los religiosos capuchinos que decidieron adquirir un solar en la Calle de Bravo Murillo, solar que había sido ocupado anteriormente por un colegio de religiosas mercedarias y que fue incendiado y destruido en mayo de 1931 por un movimiento anticlerical muy violento de esa época. En abril de 1939 se adquirió el solar por parte de los padres capuchinos. Después de la Guerra Civil española, tras numerosos proyectos fallidos por falta de presupuesto, se colocó la primera piedra el día 4 de noviembre de 1944, gracias a Dña. María del Carmen Fernández de Córdoba y Pérez de Barradas, Condesa de Gavia, que dispuso de medios económicos para su construcción. Tres años duró la obra, y el día 14 de diciembre de 1947 se inauguró oficialmente la Iglesia, y en mayo de 1949 fallece la Condesa con lo cual no pudo contemplar al altar mayor que fue finalizado en junio 1949, un mes después.
Esta Parroquia - Iglesia, como podemos ver, se ha desarrollado por etapas por varios años, seguiré con la iniciativa que conseguir la historia de esta imagen que me ha dejado agradablemente sorprendido. Venezolanos, cuando vayan a Madrid, háganse un espacio y tomaros el tiempo: ¡Id a visitarla!
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