Cuando la Virgen se apareció ante el cacique Coromoto, de la tribu de los indígenas Cospes en 1652, fue para ofrendar Su Milagrosa imagen como prenda de Amor, Fe y Esperanza para toda Venezuela. Aquí se revela el mensaje de la Virgen de Coromoto, recogemos diversas oraciones y plegarias, así como se publican sus portentos y milagros, e igualmente buscamos difundir y dar a conocer su extraordinario patrimonio, entre obras de arte y arquitectónicas, para mayor honor y gloria de Dios y de Su Santísima Madre, María de Coromoto, Celestial Patrona de Venezuela y de los venezolanos. Entre esos venezolanos se encuentran muchos extranjeros que sienten como suya esta devoción por la Santa Madre, y es por ellos, y por nosotros que estamos llamando, una vez más, a oración en cadena, porque aún la paz entre Venezuela y las naciones hermanas del continente no se ha dado, quizás porque nos hemos descuidado y bajado la guardia.Les invitamos a leer esta oración que data de 1751, parte de una serie de nueve oraciones realizada en Caracas por el Presbítero Licenciado Ambrosio Borges y aprobada por el Ilustrísimo Obispo Antonio Díez Madrozero. Hemos adaptado su estilo al castellano actual para mayor facilidad de lectura. Según recomendación del Hermano Nectario María, sería bueno que luego de leerla recemos 3 Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, las gracias y los dones con los que adornó a la Santísima Virgen, y 12 Ave Marías por la corona de doce estrellas con que fue vista en la visión del Apocalipsis, y cerremos con el rezo de 1 Padre Nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria pidiendo por la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto por la paz de Venezuela.
Dios te salve María, Reina excelsa y elevada por Dios Padre a incomparable grandeza, por haber sido enriquecida con toda la preferencia del entendimiento del Hijo, y con todas las gracias y dones del Espíritu Santo, te confesamos por Emperatriz del Universo, Reina de los Ángeles y de los hombres. En los Cielos y en la tierra no hay pura criatura de mayor grandeza y majestad que Tú. Dios te salve; a Ti llamamos los peregrinos en este valle de lágrimas para que te dignes aplicarnos tus soberanos favores y nos hagas dignos servidores de Tu Divino Hijo Jesucristo Nuestro Señor. Ayúdanos, Señora, para que en las luchas de la carne contra el espíritu salgamos vencedores mediante tu divino y maternal auxilio, y podamos un día entrar triunfantes en la Gloria del Cielo. Amén.
Les invitamos a rezar cada día a las 12 del mediodía, el Santo Rosario o 3 Salves por la paz de Venezuela.



